Hoy
hablaremos de María Magdalena, a
la que se nombra
en varios fragmentos de los evangelios canónicos.
A ésta se le
ha
presentado
como la pecadora, la mujer de la cual Jesús expulsó siete
demonios…, hasta se estudia en la actualidad la hipótesis de que
ambos tuvieran un romance. Hoy nos centraremos en explicar
expresamente los textos en los cuales ésta aparece
nombrada por su nombre, María Magdalena.
María
Magdalena, así, con su nombre completo, aparece en varias escenas
evangélicas. Ocupa el primer lugar entre las mujeres que siguen y
acompañan a Jesús. Uno de los momentos más significativos fue en
la Pasión, estuvo presente en todo momento durante todo el proceso
junto a María, la madre de Jesús, al pie de la cruz, mientras todos
los demás lo abandonaron. Ella, junto a María, estaba allí por el
amor incondicional que tenía hacia Jesús, sin pensar en las
represalias que pudieran conllevar consigo, la decisión de no
abandonar a Jesús, por parte de los soldados o autoridades.
Éste
personaje también está presente cuando
sepultan a Jesús, es
la primera en llegar al sepulcro el día de Pascua, siendo ella la
primera en
ver
que la
tumba está
abierta,
y que Jesús no se halla ya dentro de ella.
María Magdalena es la
primera
persona a quien
Jesús
se aparece resucitado, por lo que ella es enviada para
anunciar la resurrección a los seguidores de Jesús. Siendo
la
primera apóstol
de los apóstoles, haciéndoles llegar la noticia.
Cabe
destacar que en cada uno de los evangelios se cuenta la historia con
diferentes detalles, pero si algo he observado y me he dado cuenta es
que todos tienen en común la figura de María Magdalena. Ésto tiene
una explicación lógica, pues ésta era la seguidora más fiel, la
más creyente, sincera y, sobre todo, la más comprometida en seguir
los pasos de Jesús. A
pesar del papel secundario que tenían las mujeres en esa época, en
el círculo de Jesús hay mujeres que son tratadas como discípulas
igual que los hombres.
Uno de los momentos en los que podemos ver la
fidelidad de María como discípula de Jesús es en la muerte y
resurrección.
Aunque
los estudios no puedan ser concluyentes, durante
más de 1000
años la Iglesia ha difundido
una imagen de María Magdalena como
pecadora más que como discípula, que
no correspondía con la realidad.
Ésto ha
desprestigiado
su nombre y ha alimentado
una imagen distorsionada de María, y lo que es más grave, ha
tolerado durante cientos de años que la comunidad cristiana
mantuviese la creencia falsa de la prostituta
arrepentida en contra de la imagen
real de la mujer que sigue a Jesús, que éste le enseña y le trata
como a una persona más, sin discriminación por su sexo,
dejando en un peldaño inferior a las mujeres en
la sociedad y en la Iglesia.
Conocemos
la existencia del llamado Evangelio de María Magdalena, es
posible que la obra fuera compuesta en el siglo II, pero no fueron
publicados hasta los años 1938-1983. En él se representa a María,
como fuente de una revelación al estar en estrecha relación con
Jesús.
Muchas
fueron las personas que quedaron impactadas con la historia de María
Magdalena, por ello desde hace un tiempo la vemos como una persona
muy importante, la cual respetó y siguió a Jesús en sus
enseñanzas. Por ello muchas son las Iglesias que dedican su nombre a
ésta mujer, o muchos los artistas que han decidido hacerle un elogio
a María mediante sus pinturas o esculturas, como por ejemplo la
María Penitente, de El Greco -1577-, o la María penitente de
Donatello -1455-. Todas
estas obras ponen en manifiesto la imagen que se difundía de María
Magdalena como pecadora arrepentida, mientras que para otros santos,
que vivieron una conversión igual se acentúa la imagen de su vida
santa posterior al pecado. Pongamos el foco en lo positivo también
en las mujeres.
Noelia Mora Domingo 2º Bachillerato
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