Los cristianos, el uno de noviembre, recordamos a tantas, tantísimas personas honestas, justas, que hicieron el bien a cuantos se cruzaron en su vida y que ahora están en el cielo junto a Dios, y desde allí nos animan a nosotros a ser santos.
El día 2 de noviembre, celebramos la memoria de los Fieles Difuntos. Pedimos a Dios que todos los difuntos estén junto a Él en el cielo.
Esta es la esperanza cristiana. La esperanza de un Amor que nos anima a vivir y nos acoge en sus brazos con nuestro último aliento.
Obras de Kandisnsky, Todos Santos, 1911
No hay comentarios:
Publicar un comentario