jueves, 31 de octubre de 2013

Felicidades!!!

El 1 de noviembre, Todos los Santos, celebramos la fiesta de aquellos que viven junto a Dios. Son santos porque procuraron, durante su vida , hacer el bien a los que les rodeaban. Todos estamos llamados a ser santos, a pasar por la vida haciendo el bien, aprendiendo a amar como Jesús de Nazaret amó, siendo solidarios, acogedores, defendiendo la justicia, construyendo la paz... con las cosas sencillas que vamos haciendo cada día.
Los cristianos, el uno de noviembre, recordamos a tantas, tantísimas personas honestas, justas, que hicieron el bien a cuantos se cruzaron en su vida y que ahora están en el cielo junto a Dios, y desde allí nos animan a nosotros a ser santos.
El día 2 de noviembre, celebramos la memoria de los Fieles Difuntos. Pedimos a Dios que todos los difuntos estén junto a Él en el cielo.
Esta es la esperanza cristiana. La esperanza de un Amor que nos anima a vivir y nos acoge en sus brazos con nuestro último aliento.


Obras de Kandisnsky, Todos Santos, 1911

jueves, 24 de octubre de 2013

Adora y confia




«No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que,
pese a todo,
acepta los designios de su providencia.
Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado,
a su gusto.
Piérdete confiado ciegamente confiado en ese Dios que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogid@,
cuanto más decaid@ y triste te encuentres.
Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote,
y conserva siempre sobre tu rostro,
una dulce sonrisa,
reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca,
antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.
Recuerda:
cuanto te deprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en el nombre
de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso,
cuando te sientas apesadumbrad@, triste,
adora y confía»            

Teilhard de Chardin, (geólogo, paleontólogo, teólogo, filósofo, jesuita)