En torno a un bote de gominolas pueden surgir grandes ideas y además, pueden hacerse realidad.
Hay quien todo lo ve hecho rápidamente, hay quien piensa con el lápiz y toma nota para que no "se pierda" ninguna idea. Hay quien cree que no va a poder y se queda callado, pero luego llega otra compañera o compañero y le dice, "venga, que te ayudo", "yo te enseño", "tú puedes"... Me encanta estar ahí cuando pasan esas cosas. No hay límites. A veces ni siquiera paredes.